Bien,
primero de todo, es justo y necesario hacer la puntualización de marras: lo del
nombre de “Forma Sonata” no es tan claro como parece a primera vista: ni todas
las Sonatas están en forma Sonata (pueden estar escritas en otra forma), ni
todas las piezas escritas en la Forma Sonata son Sonatas (pueden haber Sonatas,
Sinfonías, Cuartetos, etc.). Es algo confuso, pero es mejor dejarlo claro desde
el principio, Es cierto que se podría haber inventado un nombre algo menos
equívoco, pero bueno…
Lo del nombre de Forma Sonata viene de una
abreviatura de “Forma del Primer Movimiento de una Sonata”, ya que, por
tradición, a partir de un cierto momento (a partir de Haydn), las Sonatas,
Cuartetos y Sinfonías, formadas por cuatro movimientos generalmente, adoptaban en
su primer movimiento esta forma. De la misma forma que el segundo era un tiempo
lento, el tercero un minueto y el cuarto un Rondó. Una convención como otra
cualquiera. Por supuesto que cada compositor era libre de hacerlo a su manera:
algunos intercambiaban el 2º y 3º movimiento, otros cambiaban el Minueto por un
Scherzo o el Rondó por un Tema y Variaciones, etc.
Bueno, pues nos centraremos en lo que sería el
primer movimiento de todo este tipo de obras, cuya forma, pues, vino en
llamarse Forma Sonata.
Esta forma comenzó, como ya he dicho antes,
con el Clasicismo de Haydn, Mozart, y, recogida por Beethoven, se emplearía a
partir de entonces por muchos compositores. Si alguno de vosotros ha tenido la
santa paciencia de seguir mis Guías de Audición, habrán visto que Mendelssohn,
Brahms, etc, la siguen utilizando. En el Clasicismo existió como un cierto
cansancio del uso del contrapunto. Con Bach el contrapunto había llegado a su
más alta cima, y el cambio general de la estética durante el clasicismo pedía una
música algo menos “elaborada” en el sentido de que, realmente, el contrapunto
es algo complicado de apreciar y disfrutar. Es por ello que los compositores se
inclinaron más por la supremacía de la melodía por encima del contrapunto,
“aligerando”, por así decirlo, las texturas de la música. Hay que decir, no
obstante, que casi todos los compositores siguieron haciendo uso del
contrapunto y las técnicas de imitación, como un recurso de desarrollar sus
melodías, realmente el contrapunto no se eliminó: en ocasiones he señalado las
formas en que compositores como Mendelssohn, Haydn, Mozart, Brahms o incluso
Bartok, lo utilizan.
Para ilustrarlo musicalmente, pondré algunos
ejemplos del primer movimiento de la Sinfonía nº 29 en La M de Mozart. Es una
música bastante clara para apreciar la forma.
La versión
es de la Academy of Ancient Music con Christopher Hogwood
La forma general de la Forma Sonata es como
sigue:
(Introducción) – Exposición con su repetición– Desarrollo – Reexposición – (Coda)
Los elementos entre paréntesis son opcionales,
pueden aparecer o no. En esta sinfonía, por ejemplo, no existe introducción, el
movimiento comienza directamente con el primer tema.
Exposición:
en ella se presentan dos temas,
generalmente contrastados: si uno es más lírico, el otro es más rítmico, o
viceversa. El caso es que se distingan perfectamente. A ello contribuye también
la tonalidad. Mientras que el 1º tema está en la tonalidad principal, el 2º
suele aparecer en la tonalidad de la dominante. (Recordemos que la dominante es
el 5º grado de la escala, cinco notas más agudas. En este caso, si la Sinfonía
está en La M, el 1º tema está en La M, y el 2º aparecerá en (La-Si-Do-Re-Mi) Mi
M). Como en todo, hay excepciones, a menudo esto no se cumple y el 2º tema
aparece en otra tonalidad. Por último, si la tonalidad principal fuera en modo
menor (Re menor, por ejemplo), el 2º tema solía aparecer en la relativa mayor
de este tono, una tercera por encima(Fa M). Pero nos centraremos en Mozart:
Como ya he señalado, no existe introducción, y
la exposición comienza directamente con el 1º tema:
Ejemplo 01
Este primer tema está en la tonalidad general
de la Sinfonía, La M. Aunque no es el objeto de este trabajo, no me resisto a
señalar la forma magistral de este primer tema: por una parte, la melodía es
muy simple: si eliminamos las notas de paso, el “esqueleto” del tema es, en el
1º compás, La. El 2º, Si. El 3º, Do #. El 4º, Re. En el 5º, Do # y Si, para
volver a La en el 6º compás. O sea, La-Si-Do#-Re-Do#-Si-La. Vaya tema tan
tonto, ¿no?. Pues, bueno, aquí entra el genio de Mozart para ir añadiendo las notas
de paso necesarias para hacer un tema realmente interesante, que va creando
tensión de una manera magistral, ayudado todo por las otras voces de la cuerda,
contrastando sus notas largas con las notas más ligeras de los primeros
violines.
Inmediatamente después de esos seis compases,
hay un pequeño puente de dos compases y, de repente, con una sorpresa que en
muchas versiones se estropea añadiendo un crescendo no escrito, se vuelve a
repetir en forte el 1º tema, más elaborado.
Ejemplo 02
En primer lugar, está en una tesitura más
aguda, contestado en canon por violas y bajos a mitad del compás, y arropado
por las notas tenidas de oboes y trompas, que todavía no habían tocado.
Tras esta, digamos, 2ª exposición del 1º tema,
hay un pequeño puente que nos sirve para modular a la tonalidad en la que
aparecerá el 2º tema. Recordemos que es la dominante, o sea, Mi M. Veamos este
puente:
Ejemplo 03
E, inmediatamente, nos aparece el 2º tema, en
Mi M. Contrasta grandemente con el 1º: aparte de la tonalidad, es menos rítmico
y más cantabile.
Ejemplo 04
Bien, tras la exposición de este 2º tema, nos
quedamos ya en la tonalidad de la dominante, señalando, por ejemplo, un momento
en el que Mozart realiza una serie de imitaciones en canon, entre primeros y
segundos violines:
Eemplo 05
Y más tarde llegamos a un extenso pasaje en el
que parece que, realmente no pasa nada: permanecemos todo el rato en la
tonalidad de la dominante, Mi M, como para afianzar realmente que llegamos al
final de la exposición. Tras este pasaje viene un pequeño puente de dos
compases que nos llevan a la preceptiva repetición de toda la exposición.
Ejemplo 06
Esto de la repetición de toda la exposición se
mantendría en la forma Sonata durante mucho tiempo. Es una de las convenciones
sobre las que hay polémicas: en el caso de sinfonías como esta de Mozart,
bastante corta, realmente no importa repetir o no, pero a veces , en Beethoven,
Brahms o incluso Mahler, la repetición de la exposición a veces es suprimida.
Sobre eso, como en todo, hay partidarios y detractores.
Bien, tras la 2ª exposición, el mismo puente
aparece y s contestado por dos compases más, en forte, que nos llevan al
Desarrollo
En el desarrollo ya no hay reglas tan fijas.
Generalmente, se suele hacer uso del 1º o 2º tema o algún fragmento de ambos
para ir recorriendo algunas tonalidades, o se hace algún trabajo más
contrapuntístico. En el caso que nos ocupa, el desarrollo es bastante corto, y
está basado en motivos nuevos. En primer lugar, se van imitando unos diseños en
corcheas sueltas, a veces ascendentes y otras veces en movimiento contrario.
Ejemplo 07
Ejemplo 07
Esto crea unas progresiones armónicas que nos
llevan a recorrer varias tonalidades
Luego aparece otro nuevo diseño, que nos sirve
para ir modulando:
Ejemplo 08
Tras pasar por varios tonos, llegamos de nuevo
a Mi M, que, recordemos, es la dominante de La M, la tonalidad principal. Y
tras dos compases de puente, que nos recuerdan al que acabó la exposición,
llegamos a la
Reexposición
En la reexposición nos vuelven a aparecer los
dos temas, 1º y 2º, pero en este caso, en la tonalidad principal
Nos vuelve a aparecer, idéntico, el 1º tema,
exactamente igual que el principio:
Ejemplo 09
La única diferencia es que el pequeño puente
no nos lleva a la dominante, sino que permanecemos en La M, y el 2º tema
aparece en esta tonalidad:
Ejemplo 10
En esta sinfonía, relativamente temprana de
entre las de Mozart, se repite también el desarrollo y la reexposición. Esta
segunda repetición sería muy poco empleada por los compositores posteriores, e
incluso por el propio Mozart, pero en esta sinfonía en concreto, está señalada.
Bien, y tras esta reexposición repetida, toda
en La M, llegamos a otro elemento que, si bien no es obligatorio, suele
aparecer muchas veces, y es la
Coda
En este caso es de pequeña duración, y
consiste en una última aparición del 1º tema, y tras unos poderosos unísonos de
toda la cuerda, el primer movimiento concluye.
Ejemplo 11
Recapitulando, y como esquema general, la
Forma Sonata tiene estas partes:
Introducción, facultativa. Puede aparecer o no
Exposición, con el 1º tema en la tonalidad
principal, y el 2º en la tonalidad de la dominante. (Si la tonalidad principal
es menor, el 2º tema aparecerá en la relativa mayor)
Desarrollo: libre y más o menos largo. Suele
ser modulante, pasando por diferentes tonalidades. Se pueden utilizar, o no, el
1º o 2º tema, o material temático nuevo. Se pueden utilizar recursos
contrapuntisticos , o no.
Reexposición, con el 1º y 2º tema en la
tonalidad principal (si la tonalidad es menor, a veces el 2º tema aparece en la
misma tonalidad, pero en mayor)
Coda, también facultativa.
Un blog excelente.
ResponderEliminarTengo una duda: en el ejemplo 8, cuando dices "Luego aparece otro nuevo diseño, que nos sirve para ir modulando", ¿qué quiere decir exactamente modular, en este contexto?
Modular, como bien dices, tiene muchos significados. En este caso se refiere a cambiar de tonalidad o, más exactamente en el ejemplo que citas, a aprovechar el motivo musical para ir transitando por varias tonalidades e ir acercándonos a la tonalidad que desea el compositor. En este caso, Mi M, Dominante de La M.
ResponderEliminarY gracias por escribir