El cuarteto que
cierra la serie del op. 18 tiene como originalidad el gran peso del último
movimiento, absolutamente novedoso en Beethoven, ya que no se ajusta a ninguna
forma conocida hasta ahora. A ello contribuye también el título que puso al
Adagio de este movimiento, “La Malinconia”, título enigmático que los oyentes y
críticos, gustosamente, asimilaron al cuarteto entero.
1º Movimiento: Allegro con brio.
¡Ya lo creo que
con brío! El cuarteto comienza “a toda pastilla”: sobre un motor implacable a
cargo de las veloces corcheas del 2º violín y las negras de la viola, el 1º
violín expone el 1º tema, caracterizado por un veloz grupo de semicorcheas y
unas negras cortas que van ascendiendo por el arpegio de Sib M. Mayor
definición tonal, imposible. El violín es contestado por el violonchelo, y
entre los dos exponen este primer tema:
Ejemplo 101
En el minuto 0:16
del ejemplo anterior se vuelve a repetir el 1º tema, pero en esta ocasión el
“motor” pasa a la viola, y el tema es dividido entre los dos violines.
A destacar
también un pequeño motivo de transición en el minuto 0:28, fuertemente rítmico
por sus acentos fuera de tiempo, y con un diseño que utilizará más tarde en el
desarrollo, compuesto de una escala ascendente y unas notas repetidas. Dejadme
enseñaros tan solo este diseño:
Ejemplo 102
Y, bueno, ya
estamos en el 2º tema. Este movimiento es bastante concentrado.
Ejemplo 103
Este tema, en Fa
M (dominante de Si b M), es muy diferente. Con una rítmica muy diferente y,
sobre todo, con unas dinámicas muy interesantes y características de Beethoven:
pianos súbitos, crescendi que acaban en un pianisimo, acentos, reguladores en
una sola nota…
La escritura,
además, es idéntica para los cuatro instrumentos, a diferencia del 1º tema, en
el que cada uno hacía una cosa diferente.
Llegamos, como
siempre, a la repetición de la exposición y entramos en el desarrollo. Comienza
con la nueva exposición del 1º tema, en esta ocasión en un poderoso unísono de
los cuatro instrumentos:
Ejemplo 104
Beethoven utiliza
el grupo de semicorcheas inicial en varios instrumentos, hasta que llega un
momento teatral en el que se interrumpe de improviso el discurso (minuto 0:19
del ejemplo anterior). Y comienza ahora un fugato que usa como motivo el que
entresaqué más arriba, en el ejemplo 102. En este fugato el motivo es usado,
ora individualmente, ora en parejas, con un gran trabajo contrapuntístico.
La vuelta a la
exposición es bastante novedosa, también: se trata de un diálogo entre los dos
grupos de instrumentos: los dos violines, por una parte, y los instrumentos
graves por la otra:
Ejemplo 105
Dicho diálogo se
va suavizando, poco a poco, y cuando al final se encuetran los cuatro en una
nota larga, se produce la reexposición.
No me extenderé
más en la reexposición, para el que haya seguido alguna de mis guías anteriores
ya será capaz de reconocer el 1º y 2º tema, que aparecen en la tonalidad
principal, sin necesidad de señalarlos de nuevo.
Aquí podemos escuchar el 1º movimiento completo:
2º Movimiento, Adagio ma non troppo.
Beethoven pone
“ma non troppo”, pero las rápidas figuraciones que aparecerán más tarde,
llegando a las semifusas, hace imposible tocarlo demasiado rápido.
Adopta la forma
de lied tripartito, y está en Mi b M, tonalidad vecina de Si b M (es su 4º
grado). El comienzo está encomendado al 1º violín en un principio, pero
enseguida es repetido por el 2º, con un contracanto del primero (minuto 0:21
del siguiente ejemplo):
Ejemplo 201
La verdad es que,
no tratándose de un tema con variaciones, se trata de un espléndido trabajo de
ornamentación: no hay dos veces que el tema aparezca igual. Para ejemplo,
escuchad en el minuto 1:02. El violín ornamenta la melodía, pero por debajo
escuchamos un diálogo completamente nuevo entre viola y violonchelo.
Y así llegamos a
lo que sería la sección central, o B. Se trata de una melodía diferente, con un
matiz de pianisimo, como sotto voce, y que es repetida de nuevo de una manera
diferente, como más desnuda, por el violín 2º con los adornos en fusas del 1º
violín.
Ejemplo 202
Esta sección
central tiene un final bastante largo en el que parece que cuesta llegar a la
sección A de nuevo:
Ejemplo 203
Fijaros la
cantidad de rato que está sobre el mismo acorde, hasta que al final llegamos,
tras una cadencia del 1º violín, a la vuelta al primer tema.
Por último, casi
al final, destacaría otro momento en el que aparece el arranque de la sección
B:
Ejemplo 204
En este caso en
Do M. Y dos compases más tarde lo repite pero en Do M, es como un rayo de luz.
Pero enseguida volvemos a Mi b M y el movimiento acaba en nada, con unos tenues
pizzicati. A resaltar también el increíble uso de los silencios durante este
movimiento: hay momentos con grandes silencios, pero ¡cuanta expresividad y
tensión se puede acumular en un silencio si se hace de esta manera! Otro rasgo
del Beethoven maduro que encontraremos en sus últimas obras.
2º movimiento completo:
3º Movimiento, Scherzo. Allegro.
De nuevo nos
aparece el scherzo en 3º lugar, como de costumbre. Se trata de un movimiento
absolutamente rítmico, y con una acentuación muy curiosa que desconcierta a más
de uno. Si sabéis música, escuchándolo parece que se trate de un 6/8, pero en
realidad es un 3/4 que, incluso con la partitura en la mano, cuesta de seguir,
por las acentuaciones fuera de sitio que se encarga Beethoven de meter por
todas partes:
Ejemplo 301
Como muestra,
escuchad el aparente caos que ocurre en el minuto 0:28, cuando parece que no
estén tocando juntos, cuando en realidad están tocando pero a distancia de
corchea.
El trio nos
presenta al 1º violín haciendo cabriolas arriga y abajo, mientras sus
compañeros adoptan un papel de “relleno” algo secundario.
Ejemplo 302
A destacar, por
último, la salvaje forma de volver al scherzo, con un enlace sin preparación,
que pilla de sorpresa a casi todos (minuto 0:35 del ejemplo).
3º movimiento completo:
4º Movimiento, La Malinconia.
Se trata de un
movimiento realmente original. En suma se trata de varios adagios con varios
allegrettos intercalados. Pero lo novedoso es que no existe material temático
común, y que no adopta ninguna forma clara de sonata, ni rondó ni nada. Veamos.
Comienza con un
extenso Adagio con la indicación “questo pezzo si deve trattare colla più
grande delicatezza”. Y de
hecho, se trata de una melodía que nos suena lejana y contemplativa:
Ejemplo 401
Es expuesta
primero por los 3 instrumentos superiores e inmediatamente por los 3
inferiores. Y en la siguiente entrada, comenzamos a vislumbrar cosas raras:
armonías algo extrañas, enlaces de acordes bastante imprevistos, dinámicas
extremas (de pp a f).
Llegamos ahora a
un momento en el que parece que la cosa descansa un poco de este desasosiego,
pero no es así: los cambios de armonía son constantes y casi siempre
inesperados, y al final del fragmento de nuevo aparecen los contrastes
dinámicos:
Ejemplo 402
Al final de este
Adagio “se masca la tragedia”: a partir del minuto 0:17 del siguiente ejemplo
las figuraciones amenazadoras del violonchelo van creando más y más tensión, de
una manera increíble, para llegar al final, tras tanta incertidumbre, a un
acorde de Fa M.
Ejemplo 403
Y ahí arranca el
Allegretto, que no puede ser más inesperado y, al mismo tiempo, todo un alivio tras
tanta desorientación. Se trata de una especie de danza, muy clara y con acentos
muy marcados, que tras el difícil movimiento anterior se nos presenta fácil de
escuchar.
Y, cuando nos las
prometíamos tan felices en este allegretto, llega un momento que todo se viene
abajo, llegando a un acorde de 7ª disminuida. Tras una ligera pausa escuchamos
de nuevo el Adagio.
Ejemplo 404
No será tan largo
como el primero, pero contiene casi todos los elementos que encontramos en él.
En el minuto 1:04 presenciamos una tímida reanudación del allegretto en La m,
que se interrumpe a los pocos compases. Otra vuelta al Adagio, también por
menos tiempo, y de nuevo conseguimos arrancar de nuevo con el Allegretto, en
esta ocasión en Sol M (minuto 1:23), para volver enseguida a la tonalidad
principal, Si b M
Y aún nos tiene
reservadas Beethoven más sorpresas: Llegamos a un acorde de Fa M (la dominante
del tono principal) y de repente nos aparece el tema del allegretto,
fragmentado con pausas y a una velocidad
mucho menor (minuto 0:12 del ejemplo siguiente).
Ejemplo 405
Y, por fin, y a
modo de coda, se nos presenta por última vez el allegretto, pero en
prestissimo, acabando el movimiento de un plumazo y de forma brillante.
4º movimiento completo:
4º movimiento completo:
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