lunes, 8 de abril de 2013

Guía de Audición: Beethoven, Cuarteto nº 6, op. 18 nº 6


El cuarteto que cierra la serie del op. 18 tiene como originalidad el gran peso del último movimiento, absolutamente novedoso en Beethoven, ya que no se ajusta a ninguna forma conocida hasta ahora. A ello contribuye también el título que puso al Adagio de este movimiento, “La Malinconia”, título enigmático que los oyentes y críticos, gustosamente, asimilaron al cuarteto entero.
Sus otros movimientos son menos novedosos, pero no carecen de interés.

Aquí tenéis la partitura.


1º Movimiento: Allegro con brio.


¡Ya lo creo que con brío! El cuarteto comienza “a toda pastilla”: sobre un motor implacable a cargo de las veloces corcheas del 2º violín y las negras de la viola, el 1º violín expone el 1º tema, caracterizado por un veloz grupo de semicorcheas y unas negras cortas que van ascendiendo por el arpegio de Sib M. Mayor definición tonal, imposible. El violín es contestado por el violonchelo, y entre los dos exponen este primer tema:
Ejemplo 101



En el minuto 0:16 del ejemplo anterior se vuelve a repetir el 1º tema, pero en esta ocasión el “motor” pasa a la viola, y el tema es dividido entre los dos violines.
A destacar también un pequeño motivo de transición en el minuto 0:28, fuertemente rítmico por sus acentos fuera de tiempo, y con un diseño que utilizará más tarde en el desarrollo, compuesto de una escala ascendente y unas notas repetidas. Dejadme enseñaros tan solo este diseño:
Ejemplo 102



Y, bueno, ya estamos en el 2º tema. Este movimiento es bastante concentrado.
Ejemplo 103


Este tema, en Fa M (dominante de Si b M), es muy diferente. Con una rítmica muy diferente y, sobre todo, con unas dinámicas muy interesantes y características de Beethoven: pianos súbitos, crescendi que acaban en un pianisimo, acentos, reguladores en una sola nota…
La escritura, además, es idéntica para los cuatro instrumentos, a diferencia del 1º tema, en el que cada uno hacía una cosa diferente.

Llegamos, como siempre, a la repetición de la exposición y entramos en el desarrollo. Comienza con la nueva exposición del 1º tema, en esta ocasión en un poderoso unísono de los cuatro instrumentos:
Ejemplo 104


Beethoven utiliza el grupo de semicorcheas inicial en varios instrumentos, hasta que llega un momento teatral en el que se interrumpe de improviso el discurso (minuto 0:19 del ejemplo anterior). Y comienza ahora un fugato que usa como motivo el que entresaqué más arriba, en el ejemplo 102. En este fugato el motivo es usado, ora individualmente, ora en parejas, con un gran trabajo contrapuntístico.

La vuelta a la exposición es bastante novedosa, también: se trata de un diálogo entre los dos grupos de instrumentos: los dos violines, por una parte, y los instrumentos graves por la otra:
Ejemplo 105


Dicho diálogo se va suavizando, poco a poco, y cuando al final se encuetran los cuatro en una nota larga, se produce la reexposición.

No me extenderé más en la reexposición, para el que haya seguido alguna de mis guías anteriores ya será capaz de reconocer el 1º y 2º tema, que aparecen en la tonalidad principal, sin necesidad de señalarlos de nuevo.

Aquí podemos escuchar el 1º movimiento completo:


2º Movimiento, Adagio ma non troppo.


Beethoven pone “ma non troppo”, pero las rápidas figuraciones que aparecerán más tarde, llegando a las semifusas, hace imposible tocarlo demasiado rápido.
Adopta la forma de lied tripartito, y está en Mi b M, tonalidad vecina de Si b M (es su 4º grado). El comienzo está encomendado al 1º violín en un principio, pero enseguida es repetido por el 2º, con un contracanto del primero (minuto 0:21 del siguiente ejemplo):
Ejemplo 201


La verdad es que, no tratándose de un tema con variaciones, se trata de un espléndido trabajo de ornamentación: no hay dos veces que el tema aparezca igual. Para ejemplo, escuchad en el minuto 1:02. El violín ornamenta la melodía, pero por debajo escuchamos un diálogo completamente nuevo entre viola y violonchelo.


Y así llegamos a lo que sería la sección central, o B. Se trata de una melodía diferente, con un matiz de pianisimo, como sotto voce, y que es repetida de nuevo de una manera diferente, como más desnuda, por el violín 2º con los adornos en fusas del 1º violín.
Ejemplo 202



Esta sección central tiene un final bastante largo en el que parece que cuesta llegar a la sección A de nuevo:
Ejemplo 203


Fijaros la cantidad de rato que está sobre el mismo acorde, hasta que al final llegamos, tras una cadencia del 1º violín, a la vuelta al primer tema.


Por último, casi al final, destacaría otro momento en el que aparece el arranque de la sección B:
Ejemplo 204


En este caso en Do M. Y dos compases más tarde lo repite pero en Do M, es como un rayo de luz. Pero enseguida volvemos a Mi b M y el movimiento acaba en nada, con unos tenues pizzicati. A resaltar también el increíble uso de los silencios durante este movimiento: hay momentos con grandes silencios, pero ¡cuanta expresividad y tensión se puede acumular en un silencio si se hace de esta manera! Otro rasgo del Beethoven maduro que encontraremos en sus últimas obras.

2º movimiento completo:



3º Movimiento, Scherzo. Allegro.


De nuevo nos aparece el scherzo en 3º lugar, como de costumbre. Se trata de un movimiento absolutamente rítmico, y con una acentuación muy curiosa que desconcierta a más de uno. Si sabéis música, escuchándolo parece que se trate de un 6/8, pero en realidad es un 3/4 que, incluso con la partitura en la mano, cuesta de seguir, por las acentuaciones fuera de sitio que se encarga Beethoven de meter por todas partes:
Ejemplo 301


Como muestra, escuchad el aparente caos que ocurre en el minuto 0:28, cuando parece que no estén tocando juntos, cuando en realidad están tocando pero a distancia de corchea.

El trio nos presenta al 1º violín haciendo cabriolas arriga y abajo, mientras sus compañeros adoptan un papel de “relleno” algo secundario.
Ejemplo 302


A destacar, por último, la salvaje forma de volver al scherzo, con un enlace sin preparación, que pilla de sorpresa a casi todos (minuto 0:35 del ejemplo).

3º movimiento completo:



4º Movimiento, La Malinconia.


Se trata de un movimiento realmente original. En suma se trata de varios adagios con varios allegrettos intercalados. Pero lo novedoso es que no existe material temático común, y que no adopta ninguna forma clara de sonata, ni rondó ni nada. Veamos.

Comienza con un extenso Adagio con la indicación “questo pezzo si deve trattare colla più grande delicatezza”. Y de hecho, se trata de una melodía que nos suena lejana y contemplativa:
Ejemplo 401


Es expuesta primero por los 3 instrumentos superiores e inmediatamente por los 3 inferiores. Y en la siguiente entrada, comenzamos a vislumbrar cosas raras: armonías algo extrañas, enlaces de acordes bastante imprevistos, dinámicas extremas (de pp a f).

Llegamos ahora a un momento en el que parece que la cosa descansa un poco de este desasosiego, pero no es así: los cambios de armonía son constantes y casi siempre inesperados, y al final del fragmento de nuevo aparecen los contrastes dinámicos:
Ejemplo 402



Al final de este Adagio “se masca la tragedia”: a partir del minuto 0:17 del siguiente ejemplo las figuraciones amenazadoras del violonchelo van creando más y más tensión, de una manera increíble, para llegar al final, tras tanta incertidumbre, a un acorde de Fa M.
Ejemplo 403


Y ahí arranca el Allegretto, que no puede ser más inesperado y, al mismo tiempo, todo un alivio tras tanta desorientación. Se trata de una especie de danza, muy clara y con acentos muy marcados, que tras el difícil movimiento anterior se nos presenta fácil de escuchar.

Y, cuando nos las prometíamos tan felices en este allegretto, llega un momento que todo se viene abajo, llegando a un acorde de 7ª disminuida. Tras una ligera pausa escuchamos de nuevo el Adagio.
Ejemplo 404


No será tan largo como el primero, pero contiene casi todos los elementos que encontramos en él. En el minuto 1:04 presenciamos una tímida reanudación del allegretto en La m, que se interrumpe a los pocos compases. Otra vuelta al Adagio, también por menos tiempo, y de nuevo conseguimos arrancar de nuevo con el Allegretto, en esta ocasión en Sol M (minuto 1:23), para volver enseguida a la tonalidad principal, Si b M

Y aún nos tiene reservadas Beethoven más sorpresas: Llegamos a un acorde de Fa M (la dominante del tono principal) y de repente nos aparece el tema del allegretto, fragmentado con pausas y a una velocidad  mucho menor (minuto 0:12 del ejemplo siguiente).
Ejemplo 405


Y, por fin, y a modo de coda, se nos presenta por última vez el allegretto, pero en prestissimo, acabando el movimiento de un plumazo y de forma brillante.

4º movimiento completo:






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