Las 4 Suites para orquesta, BWV 1066 a 1069, son conocidas
también como Oberturas, tomando el nombre de la primera pieza como título
general. Pero de hecho se trata de suites, o conjunto de danzas, pero con una
extensa obertura francesa colocada en primer lugar.
Se denomina Obertura francesa a una pieza que, en
contraposición a la Obertura italiana, con sus tiempos vivo-lento-vivo, tiene
justamente la disposición contraria, o sea, lento-vivo-lento. Se trata de una
obertura mucho más solemne, inventada o hecha famosa por Lully, y que muchos
otros compositores, entre ellos Bach y Haendel, usaron a menudo.
Además de la velocidad de los tiempos, la obertura francesa
se caracteriza porque los tiempos extremos, a pesar de ser lentos y solemnes,
suelen tener ritmos punteados, con puntillo o doble puntillo. A menudo, ni
siquiera se escribía del todo la figuración correcta, y era el intérprete, por
tradición, el que acentuaba los ritmos de esa manera. Otra característica es
que el fragmento central, de ritmo más vivo, suele ser de carácter fugato, y a
menudo con episodios para solos o pocos instrumentos. Pero eso ya lo iremos
viendo en los cuatro ejemplos que nos ocupan.
A pesar de estar colocadas juntas en el catálogo BWV, no se
trata de piezas homogéneas en cuanto a la instrumentación. Si la 3ª y 4ª son
bastante parecidas, por la inclusión de trompetas y timbales, la 1ª y la 2ª son
diferentes. La primera está instrumentada tan sólo para cuerdas, oboes y fagot,
mientras que la segunda es una pieza de lucimiento para flauta travesera y
cuerda, de carácter mucho más camerístico.
A continuación comentaré algunos detalles de las cuatro
Suites. No lo haré de forma tan extensa ni profunda como en mis anteriores
guías, tomadlo como simples comentarios que, tal vez, os hagan descubrir algún
que otro detalle de estas famosas piezas.
Como grabación para los ejemplos he escogido la de Musica
Antiqua Köln, con Reinhard Goebel.
Suite nº 1 en Do Mayor, BWV 1066
Esta Suite está instrumentada para dos oboes, fagot, cuerda
y continuo. Exceptuando los pasajes a solo o algunas partes de las danzas, las
maderas se limitan a doblar a las cuerdas. Pero, curiosamente, los dos oboes no
doblan a violines primeros y segundos, sino que doblan tan solo a los primeros.
Eso hace que la voz más aguda quede bastante acentuada, o descompensada en
alguna ocasión. Como es natural, el fagot dobla a violonchelos, contrabajos y
continuo.
(Un inciso, cuando digo que los oboes "doblan" a
los violines me refiero a que tocan las mismas notas)
La Obertura comienza de manera muy solemne y pausada, pero
con su rica instrumentación es de gran efecto. A resaltar sus ritmos con
puntillo.
Ejemplo 101
La primera sección lenta se repetirá da capo, y luego viene
el pasaje central fugado, en el que van entrando, sucesivamente, todos los
grupos instrumentales: violines primeros (con los dos oboes, recordemos),
violines segundos, violas y por último los instrumentos graves.
Ejemplo 102
Tras la exposición de las entradas fugadas, vienen una serie
de episodios intercalados en los que se quedan tan solo las maderas. Es el
primer momento en el que podemos escucharlos con detalle, ya que en esta ocasión
se "independizan" y tocan cada uno su parte propia. (minuto 00:29 del
ejemplo anterior) El material temático sigue siendo la cabeza del tema de la
fuga, que va pasando de un instrumento a otro, acompañado por nuevas
figuraciones en los otros instrumentos. A destacar la endiablada parte
encomendada al fagot.
Tras el fugato, vuelve otra sección similar a la inicial,
con su ritmo solemne:
Ejemplo 103
Un detalle es que en la partitura, tras esta sección solemne
aparece un signo de repetición que nos lleva de nuevo al fugato. Esto hace la
pieza bastante más larga y raramente se suele interpretar de esa manera.
Tras la obertura vienen una sucesión de danzas. Como veremos
en el resto de las Suites, algunas son danzas conocidas (Minueto, Gavota,
Bourrée), pero Bach también introduce algunas menos comunes.
La primera danza que aparece es una Courante. En este caso
se trata de la variante francesa de la Courante, de ritmo ternario pero más
lenta que la variante italiana.
Ejemplo 104
Se trata de una danza pausada, con un marcado peso en el
primer tiempo de cada compás. De nuevo los dos oboes tienen un papel idéntico
al de los primeros violines.
Después viene un par de Gavotas. La Gavota es una danza
escrita en compás binario, de ritmo no muy rápido, y con la particularidad de
que casi siempre comienza con una anacrusa de la mitad del compás anterior.
Ejemplo 105
Los oboes, de nuevo, doblan a los primeros violines, hasta
llegar a la 2ª Gavota. En ésta se reduce la instrumentación y escuchamos al
trio de maderas solistas, cada una con su propia parte. Sobre todo, los dos
oboes son los que llevan la voz principal, alternando constantemente en
importancia. Pero recordemos que es Bach, y no se limitaba a hacer una 2ª
Gavota para trío. De manera que incluye un contratema que aparece de vez en
cuando en toda la cuerda aguda (violines primeros, segundos y violas), y que
parece escrito para trompetas, por su figuración típica de fanfarria de
metales:
Ejemplo 106
Dichas entradas van apareciendo de cuando en cuando durante
esta 2ª Gavota, y acabada ésta se repite de nuevo la 1ª Gavota.
Ahora viene una novedosa Forlane. Se trata de una danza de
subdivisión ternaria, muy rápida.
Ejemplo 107
A destacar la instrumentación: mientras la melodía es tocada
por oboes y violines primeros, los segundos violines y violas tienen unos
enrevesados pasajes por debajo, que dan una sensación de algarabía muy curiosa.
Los bajos apoyan todo esto con notas cortas.
Tras esto viene un par de minuetos. El Minueto barroco es
bastante solemne, más lento que el clásico.
Ejemplo 108
El 2º minueto es la única pieza en la que oboes y fagot
descansan y recuperan el resuello. A destacar la articulación propuesta por
Bach con las ligaduras de la cuerda, que nos hace perder un poco el
característico peso en el primer tiempo, acentuado otros tiempos.
Ejemplo 109
>
Después viene un par de Bourrées. La Bourrée es una danza
binaria, más rápida que la gavota y que se diferencia de ésta en que comienza
con una anacrusa de un cuarto de compás. En este caso, una negra, o dos
corcheas:
Ejemplo 110
Tras la brillante 1ª Bourrée, viene la segunda, totalmente
distinta:
Ejemplo 111
En primer lugar, está en modo menor, y está instrumentada
tan solo para las maderas, sin continuo. Las cuerdas descansan por una vez. Los
dos oboes dialogan libremente, y el fagot no se limita a acompañar, sino que
tiene su propia voz, tan importante como sus compañeros.
De nuevo se repite la 1º Gavota.
Y la Suite acaba con una pareja de Passepieds. Se trata de
una danza que tampoco es muy corriente. Danza ternaria veloz, que se piensa
"a uno", o sea, con un solo impulso por compás:
Ejemplo 112
El trio, o segundo Passepied, de nuevo es muy novedoso: si
nos fijamos, lo que tocan violines y violas son exactamente las mismas notas
que la 1ª Passepied, pero en un registro más grave:
Ejemplo 113
Mientras, los dos oboes tocan al unísono una figuración
continua de corcheas que no sabemos si calificar de voz principal o no, dado
que lo que está tocando la cuerda tiene su propia importancia. Otra más de las
genialidades de Bach a la hora de encarar unas simples danzas.
Y, de nuevo, se repetirá la 1ª Passepied, acabando la Suite.
Suite nº 2 en Si menor, BWV 1067
Esta Suite es prácticamente un concierto de flauta, dado el
papel predominante de la flauta travesera en todas sus partes. El resto de la
orquestación es cuerda y continuo. A menudo (como en la grabación presente),
las partes de cuerda están interpretadas a solo, con un instrumento por voz.
Sobre todo cuando se cuenta con un traverso barroco, que no tiene un sonido
excesivamente potente. Con flauta moderna ya es otra cosa, y se puede tocar con
algo más de cuerda.
La tonalidad es la tonalidad preferida por Bach cuando
utiliza el traverso, Si menor.
Recordemos que los instrumentos barrocos de madera y metal tenían unas ciertas
tonalidades más "apropiadas", en el sentido de que la afinación de
sus escalas era más perfecta. Más tarde, con la adopción de llaves, se
homogeneizó todo y se acabaron esos problemas. Aunque, por otra parte, el
timbre tan homogéneo que se consiguió en todas las tonalidades le quitó una
gran cantidad de encanto: la flauta moderna suena igual de bien en Si menor que
en Re bemol mayor, pero no siempre la uniformidad y la perfección equivale a
progreso en cuanto a belleza de timbre... Aunque esta es otra historia, sin
duda.
Bien, la Suite comienza de nuevo con una obertura francesa.
La primera sección, solemne, es como sigue:
Ejemplo 201
De nuevo los ritmos punteados y ágiles, a pesar de la
solemnidad general del movimiento. Resaltaré también la textura general de la
obra, tan diferente de la 1ª Suite. Una instrumentación mucho más íntima (ya
veremos como las Suites 3ª y 4ª son mucho más ruidosas), pero muy rica,
contrapuntísticamente hablando. Todos los instrumentos tienen partes mucho más
interesantes que en el resto de las suites.
Luego enlaza con la sección fugada:
Ejemplo 202
En la que, como ocurrió en la 1ª Suite, aparecen episodios
"a solo", en los que la flauta se escucha en solitario (hasta
entonces había doblado al violín 1º), acompañada someramente por sus
compañeros. A menudo ocurre, como en el primer solo (minuto 00:42 del ejemplo
anterior) que el acompañamiento está a cargo del 1º violín, pero que realiza lo
que podría ser la función de bajo continuo. Casi convierte al violín en un
violonchelo; no por tesitura, sino por la función temática.
De nuevo acaba el pasaje fugado y vuelve la sección lenta.
En esta ocasión, curiosamente está en ritmo ternario, aunque puede pasar
desapercibida la diferencia.
Ejemplo 203
Tras la extensa e interesantísima obertura (vale la pena
escucharla en detalle para apreciar el rico contrapunto que derrocha a cada
momento) vienen las acostumbradas danzas.
La primera es un pausado Rondeau. Aunque, de hecho, el ritmo
es de Gavota:
Ejemplo 204
A destacar las notas prolongadas de los bajos, que
"evitan" cuidadosamente acentuar todos los compases con el empleo de
las síncopas.
La textura es prácticamente sin solos, excepto unos cuantos
compases en los que la flauta discurre en solitario. En el resto de la pieza
continúa doblando al violín.
Ahora viene una Sarabande. Recordemos que se trata de una
danza ternaria de ritmo lento.
Ejemplo 205
Pero Bach nos sorprende de nuevo con la escritura. Se trata
de un estricto canon en el que el bajo repite exactamente las mismas notas que
flauta y violín, un compás más tarde y a una distancia de cuarta inferior.
Cuesta un poco darse cuenta, pero se trata de una obra maestra de contrapunto.
Luego viene una vivaz Bourrée. De hecho son dos.
Ejemplo 206
Destacaré las notas que va haciendo el chelo, que son casi
como un ostinato, repitiéndolas una y otra vez: si, do, re, do, si do re, do...
La 2ª Bourrée está dedicada a la flauta, con su difícil solo
acompañado vivazmente por fugaces síncopas de sus compañeros. Todo un prodigio
virtuosístico para la flauta, sobre todo por la respiración.
Ahora tenemos una pareja de Polonesas. En ritmo ternario y
carácter solemne:
Ejemplo 207
Mientras violín 2º, viola y bajos hacen unas corcheas
separadas, el 1º violín y la flauta tocan el tema principal. A destacar que la
flauta lo hace una octava más aguda que el violín. La primera vez que ocurre
esto en la Suite.
La segunda Polonesa, de nuevo, es todo un alarde:
Ejemplo 208
Si nos fijamos, está instrumentada tan sólo para flauta y
violonchelo (con clave). El violonchelo está tocando exactamente las mismas
notas que en la primera Polonesa tocaron la flauta y el violín 1º, en un
registro más grave. Mientras, la flauta despliega todo su virtuosismo con una
ornamentada melodía en el registro más agudo.
Como en las anteriores danzas dobles, se repite la primera
Polonesa.
Ahora vienen las dos últimas danzas: tras un Minueto:
Ejemplo 209
en el que instrumentos agudos y graves dialogan y se imitan,
vendría lo que sería el 2ª Minueto, pero Bach rompe las reglas y enlaza con una
vivaz Badinerie, que se ha hecho famosa en multitud de transcripciones:
Ejemplo 210
Todo un derroche de virtuosismo, no tan solo de la flauta
(de quien cuesta trabajo imaginar cónde respira, la verdad), sino del
chispeante acompañamiento.
Tras esta Badinerie no se repite el Minueto, sino que con
ella acaba esta 2ª Suite.
Suite nº 3 en Re Mayor, BWV 1068
Las Suites nº 3 y 4 no tienen nada que ver con las
anteriores. Pero guardan muchas similitudes entre ambas. Las dos están en Re
mayor y las dos comparten instrumentación, con la diferencia de que la 4ª
incluye un oboe más y un fagot. Ambas tienen cuerda, maderas y metales, además
de timbales. Ello hace que sean bastante más ruidosas y brillantes que las
anteriores 1ª y 2ª Suites.
La 3ª Suite, pues, cuenta con 2 oboes, 3 trompetas y
timbales, cuerda y continuo. La obertura comienza, como no podía ser de otra
manera, de manera brillante y solemne, con las trompetas y timbales delineando
la tonalidad cuando estamos en Re M. Recordemos que la trompeta natural de Bach
tan sólo podía hacer, y con un gran esfuerzo, un número limitado de notas y en
pocas tonalidades. Por lo que, a lo largo de toda la suite, veremos que cuando
nos alejamos del Re M, las trompetas desaparecen.
Ejemplo 301
La textura, a pesar de la recargada instrumentación, es
simple: los 2 oboes, como de costumbre, doblan a los primeros violines,
mientras que las trompetas y timbales
aparecen aquí y allí, cuando la tonalidad lo permite.
Y llegamos al pasaje fugado, muy diferente en velocidad al
comienzo:
Ejemplo 302
Ahora los oboes se separan y doblan respectivamente a 1º y
2º violines, mientras que la contribución de trompetas y timbales es bastante
discreta. Y llegamos de nuevo, como en anteriores suites, al pasaje de solo
(minuto 00:44 del ejemplo anterior). En esto existe algo de controversia, pues si
bien Bach no especifica que se trata de un solo violín, la escritura es
solística 100%, y suena raro si lo tocan todos los primeros violines, por lo
que generalmente se suele interpretar así.
Luego enlazaremos con el lento inicial, pero os lo dejo para
vosotros.
Tras la extensa obertura, que os recomiendo escuchar con
detalle, como en las anteriores, viene el Aria. Sobre esta célebre melodía se
han hecho arreglos de todo tipo, la mayoría de las veces bastante
desafortunados. Cuando la verdad es que la belleza de esta música es más apreciable
cuanto más simplemente se interpreta:
Ejemplo 303
En esta ocasion, Goebel la interpreta con un sólo músico por
cada parte, con lo que la libertad de expresión y de ornamentación es mucho
mayor. Pero se puede interpretar también con la cuerda completa sin grandes
problemas.
Tras este remanso de paz, volvemos a la algarabía general,
con la siguiente danza, una pareja de Gavotas. La primera, más rotunda, es la
siguiente:
Ejemplo 304
Mientras que la 2ª Gavota es algo menos expansiva, con
algunos pasajes en los que interviene tan solo una trompeta (minuto 00:20 del ejemplo
siguiente):
Ejemplo 305
Ahora viene una veloz Bourrée, en la que los metales
intervienen, como molestando, con pequeños diseños, por encima del galopar de
oboes y cuerdas:
Ejemplo 306
Y, para cerrar brillantemente esta Suite, una Giga, la
primera vez que aparece en esta colección. Recordemos que la giga es una danza
rápida, de subdivisión ternaria, de origen tal vez inglés.
Ejemplo 307
En este caso, las trompetas tienen a su cargo un papel algo
más melódico, aunque, como dijimos más
arriba, tan solo intervienen en los pasajes que les son afines en
tonalidad. Y asi concluye esta 3ª Suite. Si tuviera que destacar algún movimiento,
aparte de la célebre (con razón) Aria, la obertura en su conjunto es
esplendida.
Suite nº 4 en Re Mayor, BWV 1069
Esta Suite incluye un oboe más y un fagot, pero las
diferencias con la 3ª van más allá. Nada más escuchar el comienzo de la
obertura, notamos que la textura es mucho más elaborada. Si nos fijamos, está
construida como a 3 coros, o grupos: por una parte las 3 trompetas y timbales,
por otra los 3 oboes y fagotes, y por otra la cuerda. A lo largo de la
obertura, los tres grupos irán alternándose.
Ejemplo 401
Como siempre, llegamos al fugato. En este caso, se trata de
una fuga que parece una giga, o tarantella, para entendernos, en un veloz 9/8
en el que prácticamente no se dejan de escuchar corcheas en ningún momento.
Ejemplo 402
La textura es también más interesante que en la 3ª Suite,
puesto que los tres oboes van doblando, respectivamente, a violines primeros,
segundos y violas, mientras que el fagot dobla a los bajos. Las trompetas se
añaden de vez en cuando. Y en los episodios de solo se quedan las maderas solas
(minuto 00:39 del ejemplo anterior). Mucho más avanzada la fuga habrá otro episodio
en el que los oboes callan y se queda sóla la cuerda.
De nuevo, acabada la fuga, volvemos al tempo inicial,
solemne y brillante. Os aconsejo la escucha atenta y completa de esta extensa y
elaborada obertura, porque no tiene desperdicio.
Acabada la obertura, la primera de las danzas es una pareja
de Bourrées. La primera merece toda nuestra atención: si en la primera sección
la melodía va a cargo de los oboes, con pequeñas respuestas de la cuerda, en la
segunda sección se invierten los papeles: es la cuerda la que hace la melodía,
mientras que los oboes van haciendo sus comentarios. Y al final se unen todos.
Ejemplo 403
La 2ª Bourrrée también es de lo más novedoso: Mientras el
fagot recorre una interminable ristra de veloces corcheas (de nuevo no me
imagino dónde demonios tiene el pobre un momento para coger aire), los oboes
van esbozando la melodía, con silencios intercalados. Mientras, la cuerda va
intercalando a su vez pequeños comentarios de veloces semicorcheas. Las
trompetas descansan, a la espera de la repetición de la 1ª Bourrée.
Ejemplo 404
Ejemplo 404
A continuación, una Gavota algo más convencional, en un
movimiento moderado, en parte porque es una gavota, y en parte por las rápidas
figuraciones de bajos y fagot que aparecen de vez en cuando:
Ejemplo 405
Para descanso de las trompetas, que deben tener los morros
al rojo vivo, los Minuetos que siguen prescinden de ellas. El 1º minueto tiene
maderas y cuerdas:
Ejemplo 406
La textura es, si no simple, si uniforme: cada oboe dobla a
un grupo diferente de instrumentos de cuerda, y se consigue un elegante
minueto. El 2ª minueto está dedicado sólo a la cuerda:
Ejemplo 407
Tras su aparente simplicidad es una gozada ver el trabajo
contrapuntístico que hay por debajo. Una delicia.
Y por último, la traca final, una Rejouissance. La verdad es
que no tengo ni idea de si se trata de un movimiento de danza con ese título o
es que Bach le añadió este sobrenombre. Lo cierto es que, como su nombre
indica, se trata de una viva y jubilosa danza final, en compás ternario, que
tiene un cierto aire de Hornpipe, por lo de situar los acentos a menudo fuera
del pulso:
Ejemplo 408
Una manera realmente festiva de acabar esta brillante Suite.
No puedo esconder que la prefiero a la 3ª, porque me parece más elaborada en
muchos detalles.
Bien, espero que esta pequeña introducción a las Suites
orquestales de Bach no os haya aburrido mucho. Espero que, aparte de los
ejemplos, os toméis el tiempo para escucharlas en su totalidad, porque son
obras que valen la pena.
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