lunes, 8 de abril de 2013

Guía de Audición: Bach, Suites orquestales


Las 4 Suites para orquesta, BWV 1066 a 1069, son conocidas también como Oberturas, tomando el nombre de la primera pieza como título general. Pero de hecho se trata de suites, o conjunto de danzas, pero con una extensa obertura francesa colocada en primer lugar.
Se denomina Obertura francesa a una pieza que, en contraposición a la Obertura italiana, con sus tiempos vivo-lento-vivo, tiene justamente la disposición contraria, o sea, lento-vivo-lento. Se trata de una obertura mucho más solemne, inventada o hecha famosa por Lully, y que muchos otros compositores, entre ellos Bach y Haendel, usaron a menudo.
Además de la velocidad de los tiempos, la obertura francesa se caracteriza porque los tiempos extremos, a pesar de ser lentos y solemnes, suelen tener ritmos punteados, con puntillo o doble puntillo. A menudo, ni siquiera se escribía del todo la figuración correcta, y era el intérprete, por tradición, el que acentuaba los ritmos de esa manera. Otra característica es que el fragmento central, de ritmo más vivo, suele ser de carácter fugato, y a menudo con episodios para solos o pocos instrumentos. Pero eso ya lo iremos viendo en los cuatro ejemplos que nos ocupan.

A pesar de estar colocadas juntas en el catálogo BWV, no se trata de piezas homogéneas en cuanto a la instrumentación. Si la 3ª y 4ª son bastante parecidas, por la inclusión de trompetas y timbales, la 1ª y la 2ª son diferentes. La primera está instrumentada tan sólo para cuerdas, oboes y fagot, mientras que la segunda es una pieza de lucimiento para flauta travesera y cuerda, de carácter mucho más camerístico.

A continuación comentaré algunos detalles de las cuatro Suites. No lo haré de forma tan extensa ni profunda como en mis anteriores guías, tomadlo como simples comentarios que, tal vez, os hagan descubrir algún que otro detalle de estas famosas piezas.

Como grabación para los ejemplos he escogido la de Musica Antiqua Köln, con Reinhard Goebel.

Suite nº 1 en Do Mayor, BWV 1066


Esta Suite está instrumentada para dos oboes, fagot, cuerda y continuo. Exceptuando los pasajes a solo o algunas partes de las danzas, las maderas se limitan a doblar a las cuerdas. Pero, curiosamente, los dos oboes no doblan a violines primeros y segundos, sino que doblan tan solo a los primeros. Eso hace que la voz más aguda quede bastante acentuada, o descompensada en alguna ocasión. Como es natural, el fagot dobla a violonchelos, contrabajos y continuo.
(Un inciso, cuando digo que los oboes "doblan" a los violines me refiero a que tocan las mismas notas)
La Obertura comienza de manera muy solemne y pausada, pero con su rica instrumentación es de gran efecto. A resaltar sus ritmos con puntillo.
Ejemplo 101
La primera sección lenta se repetirá da capo, y luego viene el pasaje central fugado, en el que van entrando, sucesivamente, todos los grupos instrumentales: violines primeros (con los dos oboes, recordemos), violines segundos, violas y por último los instrumentos graves.
Ejemplo 102
Tras la exposición de las entradas fugadas, vienen una serie de episodios intercalados en los que se quedan tan solo las maderas. Es el primer momento en el que podemos escucharlos con detalle, ya que en esta ocasión se "independizan" y tocan cada uno su parte propia. (minuto 00:29 del ejemplo anterior) El material temático sigue siendo la cabeza del tema de la fuga, que va pasando de un instrumento a otro, acompañado por nuevas figuraciones en los otros instrumentos. A destacar la endiablada parte encomendada al fagot.

Tras el fugato, vuelve otra sección similar a la inicial, con su ritmo solemne:
Ejemplo 103
Un detalle es que en la partitura, tras esta sección solemne aparece un signo de repetición que nos lleva de nuevo al fugato. Esto hace la pieza bastante más larga y raramente se suele interpretar de esa manera.

Tras la obertura vienen una sucesión de danzas. Como veremos en el resto de las Suites, algunas son danzas conocidas (Minueto, Gavota, Bourrée), pero Bach también introduce algunas menos comunes.

La primera danza que aparece es una Courante. En este caso se trata de la variante francesa de la Courante, de ritmo ternario pero más lenta que la variante italiana.
Ejemplo 104
Se trata de una danza pausada, con un marcado peso en el primer tiempo de cada compás. De nuevo los dos oboes tienen un papel idéntico al de los primeros violines.

Después viene un par de Gavotas. La Gavota es una danza escrita en compás binario, de ritmo no muy rápido, y con la particularidad de que casi siempre comienza con una anacrusa de la mitad del compás anterior.
Ejemplo 105
Los oboes, de nuevo, doblan a los primeros violines, hasta llegar a la 2ª Gavota. En ésta se reduce la instrumentación y escuchamos al trio de maderas solistas, cada una con su propia parte. Sobre todo, los dos oboes son los que llevan la voz principal, alternando constantemente en importancia. Pero recordemos que es Bach, y no se limitaba a hacer una 2ª Gavota para trío. De manera que incluye un contratema que aparece de vez en cuando en toda la cuerda aguda (violines primeros, segundos y violas), y que parece escrito para trompetas, por su figuración típica de fanfarria de metales:
Ejemplo 106
Dichas entradas van apareciendo de cuando en cuando durante esta 2ª Gavota, y acabada ésta se repite de nuevo la 1ª Gavota.

Ahora viene una novedosa Forlane. Se trata de una danza de subdivisión ternaria, muy rápida.
Ejemplo 107
A destacar la instrumentación: mientras la melodía es tocada por oboes y violines primeros, los segundos violines y violas tienen unos enrevesados pasajes por debajo, que dan una sensación de algarabía muy curiosa. Los bajos apoyan todo esto con notas cortas.

Tras esto viene un par de minuetos. El Minueto barroco es bastante solemne, más lento que el clásico.
Ejemplo 108
El 2º minueto es la única pieza en la que oboes y fagot descansan y recuperan el resuello. A destacar la articulación propuesta por Bach con las ligaduras de la cuerda, que nos hace perder un poco el característico peso en el primer tiempo, acentuado otros tiempos.
Ejemplo 109
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Después viene un par de Bourrées. La Bourrée es una danza binaria, más rápida que la gavota y que se diferencia de ésta en que comienza con una anacrusa de un cuarto de compás. En este caso, una negra, o dos corcheas:
Ejemplo 110
Tras la brillante 1ª Bourrée, viene la segunda, totalmente distinta:
Ejemplo 111
En primer lugar, está en modo menor, y está instrumentada tan solo para las maderas, sin continuo. Las cuerdas descansan por una vez. Los dos oboes dialogan libremente, y el fagot no se limita a acompañar, sino que tiene su propia voz, tan importante como sus compañeros.
De nuevo se repite la 1º Gavota.

Y la Suite acaba con una pareja de Passepieds. Se trata de una danza que tampoco es muy corriente. Danza ternaria veloz, que se piensa "a uno", o sea, con un solo impulso por compás:
Ejemplo 112
El trio, o segundo Passepied, de nuevo es muy novedoso: si nos fijamos, lo que tocan violines y violas son exactamente las mismas notas que la 1ª Passepied, pero en un registro más grave:
Ejemplo 113
Mientras, los dos oboes tocan al unísono una figuración continua de corcheas que no sabemos si calificar de voz principal o no, dado que lo que está tocando la cuerda tiene su propia importancia. Otra más de las genialidades de Bach a la hora de encarar unas simples danzas.
Y, de nuevo, se repetirá la 1ª Passepied, acabando la Suite.

Suite nº 2 en Si menor, BWV 1067


Esta Suite es prácticamente un concierto de flauta, dado el papel predominante de la flauta travesera en todas sus partes. El resto de la orquestación es cuerda y continuo. A menudo (como en la grabación presente), las partes de cuerda están interpretadas a solo, con un instrumento por voz. Sobre todo cuando se cuenta con un traverso barroco, que no tiene un sonido excesivamente potente. Con flauta moderna ya es otra cosa, y se puede tocar con algo más de cuerda.
La tonalidad es la tonalidad preferida por Bach cuando utiliza  el traverso, Si menor. Recordemos que los instrumentos barrocos de madera y metal tenían unas ciertas tonalidades más "apropiadas", en el sentido de que la afinación de sus escalas era más perfecta. Más tarde, con la adopción de llaves, se homogeneizó todo y se acabaron esos problemas. Aunque, por otra parte, el timbre tan homogéneo que se consiguió en todas las tonalidades le quitó una gran cantidad de encanto: la flauta moderna suena igual de bien en Si menor que en Re bemol mayor, pero no siempre la uniformidad y la perfección equivale a progreso en cuanto a belleza de timbre... Aunque esta es otra historia, sin duda.

Bien, la Suite comienza de nuevo con una obertura francesa. La primera sección, solemne, es como sigue:
Ejemplo 201
De nuevo los ritmos punteados y ágiles, a pesar de la solemnidad general del movimiento. Resaltaré también la textura general de la obra, tan diferente de la 1ª Suite. Una instrumentación mucho más íntima (ya veremos como las Suites 3ª y 4ª son mucho más ruidosas), pero muy rica, contrapuntísticamente hablando. Todos los instrumentos tienen partes mucho más interesantes que en el resto de las suites.
Luego enlaza con la sección fugada:
Ejemplo 202
En la que, como ocurrió en la 1ª Suite, aparecen episodios "a solo", en los que la flauta se escucha en solitario (hasta entonces había doblado al violín 1º), acompañada someramente por sus compañeros. A menudo ocurre, como en el primer solo (minuto 00:42 del ejemplo anterior) que el acompañamiento está a cargo del 1º violín, pero que realiza lo que podría ser la función de bajo continuo. Casi convierte al violín en un violonchelo; no por tesitura, sino por la función temática.
De nuevo acaba el pasaje fugado y vuelve la sección lenta. En esta ocasión, curiosamente está en ritmo ternario, aunque puede pasar desapercibida la diferencia.
Ejemplo 203

Tras la extensa e interesantísima obertura (vale la pena escucharla en detalle para apreciar el rico contrapunto que derrocha a cada momento) vienen las acostumbradas danzas.
La primera es un pausado Rondeau. Aunque, de hecho, el ritmo es de Gavota:
Ejemplo 204
A destacar las notas prolongadas de los bajos, que "evitan" cuidadosamente acentuar todos los compases con el empleo de las síncopas.
La textura es prácticamente sin solos, excepto unos cuantos compases en los que la flauta discurre en solitario. En el resto de la pieza continúa doblando al violín.

Ahora viene una Sarabande. Recordemos que se trata de una danza ternaria de ritmo lento.
Ejemplo 205
Pero Bach nos sorprende de nuevo con la escritura. Se trata de un estricto canon en el que el bajo repite exactamente las mismas notas que flauta y violín, un compás más tarde y a una distancia de cuarta inferior. Cuesta un poco darse cuenta, pero se trata de una obra maestra de contrapunto.

Luego viene una vivaz Bourrée. De hecho son dos.
Ejemplo 206
Destacaré las notas que va haciendo el chelo, que son casi como un ostinato, repitiéndolas una y otra vez: si, do, re, do, si do re, do...
La 2ª Bourrée está dedicada a la flauta, con su difícil solo acompañado vivazmente por fugaces síncopas de sus compañeros. Todo un prodigio virtuosístico para la flauta, sobre todo por la respiración.

Ahora tenemos una pareja de Polonesas. En ritmo ternario y carácter solemne:
Ejemplo 207
Mientras violín 2º, viola y bajos hacen unas corcheas separadas, el 1º violín y la flauta tocan el tema principal. A destacar que la flauta lo hace una octava más aguda que el violín. La primera vez que ocurre esto en la Suite.
La segunda Polonesa, de nuevo, es todo un alarde:
Ejemplo 208
Si nos fijamos, está instrumentada tan sólo para flauta y violonchelo (con clave). El violonchelo está tocando exactamente las mismas notas que en la primera Polonesa tocaron la flauta y el violín 1º, en un registro más grave. Mientras, la flauta despliega todo su virtuosismo con una ornamentada melodía en el registro más agudo.
Como en las anteriores danzas dobles, se repite la primera Polonesa.

Ahora vienen las dos últimas danzas: tras un Minueto:
Ejemplo 209
en el que instrumentos agudos y graves dialogan y se imitan, vendría lo que sería el 2ª Minueto, pero Bach rompe las reglas y enlaza con una vivaz Badinerie, que se ha hecho famosa en multitud de transcripciones:
Ejemplo 210
Todo un derroche de virtuosismo, no tan solo de la flauta (de quien cuesta trabajo imaginar cónde respira, la verdad), sino del chispeante acompañamiento.
Tras esta Badinerie no se repite el Minueto, sino que con ella acaba esta 2ª Suite.


Suite nº 3 en Re Mayor, BWV 1068


Las Suites nº 3 y 4 no tienen nada que ver con las anteriores. Pero guardan muchas similitudes entre ambas. Las dos están en Re mayor y las dos comparten instrumentación, con la diferencia de que la 4ª incluye un oboe más y un fagot. Ambas tienen cuerda, maderas y metales, además de timbales. Ello hace que sean bastante más ruidosas y brillantes que las anteriores 1ª y 2ª Suites.

La 3ª Suite, pues, cuenta con 2 oboes, 3 trompetas y timbales, cuerda y continuo. La obertura comienza, como no podía ser de otra manera, de manera brillante y solemne, con las trompetas y timbales delineando la tonalidad cuando estamos en Re M. Recordemos que la trompeta natural de Bach tan sólo podía hacer, y con un gran esfuerzo, un número limitado de notas y en pocas tonalidades. Por lo que, a lo largo de toda la suite, veremos que cuando nos alejamos del Re M, las trompetas desaparecen.
Ejemplo 301
La textura, a pesar de la recargada instrumentación, es simple: los 2 oboes, como de costumbre, doblan a los primeros violines, mientras que  las trompetas y timbales aparecen aquí y allí, cuando la tonalidad lo permite.
Y llegamos al pasaje fugado, muy diferente en velocidad al comienzo:
Ejemplo 302
Ahora los oboes se separan y doblan respectivamente a 1º y 2º violines, mientras que la contribución de trompetas y timbales es bastante discreta. Y llegamos de nuevo, como en anteriores suites, al pasaje de solo (minuto 00:44 del ejemplo anterior). En esto existe algo de controversia, pues si bien Bach no especifica que se trata de un solo violín, la escritura es solística 100%, y suena raro si lo tocan todos los primeros violines, por lo que generalmente se suele interpretar así.
Luego enlazaremos con el lento inicial, pero os lo dejo para vosotros.

Tras la extensa obertura, que os recomiendo escuchar con detalle, como en las anteriores, viene el Aria. Sobre esta célebre melodía se han hecho arreglos de todo tipo, la mayoría de las veces bastante desafortunados. Cuando la verdad es que la belleza de esta música es más apreciable cuanto más simplemente se interpreta:
Ejemplo 303
En esta ocasion, Goebel la interpreta con un sólo músico por cada parte, con lo que la libertad de expresión y de ornamentación es mucho mayor. Pero se puede interpretar también con la cuerda completa sin grandes problemas.

Tras este remanso de paz, volvemos a la algarabía general, con la siguiente danza, una pareja de Gavotas. La primera, más rotunda, es la siguiente:
Ejemplo 304
Mientras que la 2ª Gavota es algo menos expansiva, con algunos pasajes en los que interviene tan solo una trompeta (minuto 00:20 del ejemplo siguiente):
Ejemplo 305

Ahora viene una veloz Bourrée, en la que los metales intervienen, como molestando, con pequeños diseños, por encima del galopar de oboes y cuerdas:
Ejemplo 306

Y, para cerrar brillantemente esta Suite, una Giga, la primera vez que aparece en esta colección. Recordemos que la giga es una danza rápida, de subdivisión ternaria, de origen tal vez inglés.
Ejemplo 307
En este caso, las trompetas tienen a su cargo un papel algo más melódico, aunque, como dijimos más  arriba, tan solo intervienen en los pasajes que les son afines en tonalidad. Y asi concluye esta 3ª Suite. Si tuviera que destacar algún movimiento, aparte de la célebre (con razón) Aria, la obertura en su conjunto es esplendida.

Suite nº 4 en Re Mayor, BWV 1069


Esta Suite incluye un oboe más y un fagot, pero las diferencias con la 3ª van más allá. Nada más escuchar el comienzo de la obertura, notamos que la textura es mucho más elaborada. Si nos fijamos, está construida como a 3 coros, o grupos: por una parte las 3 trompetas y timbales, por otra los 3 oboes y fagotes, y por otra la cuerda. A lo largo de la obertura, los tres grupos irán alternándose.
Ejemplo 401
Como siempre, llegamos al fugato. En este caso, se trata de una fuga que parece una giga, o tarantella, para entendernos, en un veloz 9/8 en el que prácticamente no se dejan de escuchar corcheas en ningún momento.
Ejemplo 402
La textura es también más interesante que en la 3ª Suite, puesto que los tres oboes van doblando, respectivamente, a violines primeros, segundos y violas, mientras que el fagot dobla a los bajos. Las trompetas se añaden de vez en cuando. Y en los episodios de solo se quedan las maderas solas (minuto 00:39 del ejemplo anterior). Mucho más avanzada la fuga habrá otro episodio en el que los oboes callan y se queda sóla la cuerda.
De nuevo, acabada la fuga, volvemos al tempo inicial, solemne y brillante. Os aconsejo la escucha atenta y completa de esta extensa y elaborada obertura, porque no tiene desperdicio.

Acabada la obertura, la primera de las danzas es una pareja de Bourrées. La primera merece toda nuestra atención: si en la primera sección la melodía va a cargo de los oboes, con pequeñas respuestas de la cuerda, en la segunda sección se invierten los papeles: es la cuerda la que hace la melodía, mientras que los oboes van haciendo sus comentarios. Y al final se unen todos.
Ejemplo 403
La 2ª Bourrrée también es de lo más novedoso: Mientras el fagot recorre una interminable ristra de veloces corcheas (de nuevo no me imagino dónde demonios tiene el pobre un momento para coger aire), los oboes van esbozando la melodía, con silencios intercalados. Mientras, la cuerda va intercalando a su vez pequeños comentarios de veloces semicorcheas. Las trompetas descansan, a la espera de la repetición de la 1ª Bourrée.
Ejemplo 404


A continuación, una Gavota algo más convencional, en un movimiento moderado, en parte porque es una gavota, y en parte por las rápidas figuraciones de bajos y fagot que aparecen de vez en cuando:
Ejemplo 405

Para descanso de las trompetas, que deben tener los morros al rojo vivo, los Minuetos que siguen prescinden de ellas. El 1º minueto tiene maderas y cuerdas:
Ejemplo 406
La textura es, si no simple, si uniforme: cada oboe dobla a un grupo diferente de instrumentos de cuerda, y se consigue un elegante minueto. El 2ª minueto está dedicado sólo a la cuerda:
Ejemplo 407
Tras su aparente simplicidad es una gozada ver el trabajo contrapuntístico que hay por debajo. Una delicia.

Y por último, la traca final, una Rejouissance. La verdad es que no tengo ni idea de si se trata de un movimiento de danza con ese título o es que Bach le añadió este sobrenombre. Lo cierto es que, como su nombre indica, se trata de una viva y jubilosa danza final, en compás ternario, que tiene un cierto aire de Hornpipe, por lo de situar los acentos a menudo fuera del pulso:
Ejemplo 408
Una manera realmente festiva de acabar esta brillante Suite. No puedo esconder que la prefiero a la 3ª, porque me parece más elaborada en muchos detalles.

Bien, espero que esta pequeña introducción a las Suites orquestales de Bach no os haya aburrido mucho. Espero que, aparte de los ejemplos, os toméis el tiempo para escucharlas en su totalidad, porque son obras que valen la pena.


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