Con el presente cuarteto nº 11, op. 95, acaba
el grupo de los cuartetos de la época media, división en la que coinciden casi
todos los estudiosos de Beethoven. Así, los 6 del op. 18 serían los tempranos,
los 3 del op. 59, el op. 74 y el 95 los medios y el resto, los de madurez.
Lo cierto es que el presente cuarteto anticipa
algo lo que llegaria ser Beethoven más tarde: sobre todo el 1º y 3º movimiento
son concentrados, ásperos e incluso un poco violentos. El cuarteto tiene unas
dimensiones bastante pequeñas, similar a los del op. 18, y lleva el nombre de
Cuarteto “serioso”. En esta ocasión parece ser que Beethoven le puso el nombre,
aunque realmente no se llegó a imprimir con este subtítulo. La única pista es
que el 3º movimiento está escrito como “Allegro assai vivace ma serioso”.
La tonalidad principal del cuarteto es fa
menor, ya de por sí una tonalidad algo oscura, no tan fácil ni resonante para
la cuerda como otras tonalidades.
El comienzo no puede ser más fiero y contundente:
un unísono en forte de los cuatro instrumentos, en su registro grave, seguido
de un compás de silencio. E inmediatamente, unos ritmos punteados que parecen
auténticos zarpazos.
Ejemplo 11101
Tras otro silencio general, de nuevo el
recurso de repetir lo mismo un semitono más agudo (minuto 0:07 de ejemplo
anterior), pero par volver enseguida a la tonalidad principal, Fa menor. Y
enseguida se vuelve a repetir el unísono del comienzo, pero ahora algo más
largo (minuto 0:25), con ásperos sforzati y acabando con unas semicorches en
fortisimo.
Después de los opp. 18 y 59, el resto de los
cuartetos de Beethoven ya no se agrupan en colecciones, o sea, que cada uno
tiene un número diferente de opus.
El cuarteto nº 10, que lleva como número de
opus 74, tiene como sobrenombre "Las Arpas", y como suele ocurrir en
estos casos, el nombre no es de Beethoven y tampoco es que el que se lo inventó
se calentara mucho la cabeza, la verdad. Se llama así por el empleo de los
pizzicati en el 1º movimiento.
Como en el cuarteto anterior, comienza con una
introducción lenta:
Ejemplo 10101
El comienzo sugiere una pregunta, con una
pausa expectante. La pregunta se repite otra vez y la cosa sigue. Se trata de
una introducción sin grandes complicaciones,y con pocas modulaciones; el discurso transcurre mansamente hasta que se
interrumpe de repente con un fuerte acorde (minuto 0:52 del ejemplo anterior). La
viola repite el tema de la pregunta inicial. De nuevo vuelve la calma y de
nuevo hay otro acorde en forte. Tras este segundo susto hay una sucesión ascendente
en la que, tras sucesivas repeticiones del tema de la pregunta por parte del
violonchelo, nos llevará al Allegro (minuto 1:44 del ejemplo anterior)
El tercero de los cuartetos agrupados en el
op. 59, "Rasoumovsky" ya no cuenta, pese a su dedicatoria, con ningún
tema ruso, que yo sepa. Y hay otras características que lo diferencian de us
compañeros, como la introducción y la construcción de sus movimientos, como ya
veremos más tarde.
1º Movimiento.
Introduzione. Andante con moto – Allegro vivace
Efectivamente, aunque en otras formas, como
las sinfonías o las sonatas ya lo había hecho, es la primera vez que Beethoven
comienza un cuarteto con una introducción. Hasta ahora había comenzado con
claridad, con el primer tema de la forma sonata.
En este cuarteto las formas ya empiezan a ser
algo difusas: la forma sonata ya no está tan clara, los temas no lo parecen a
primera vista, etc.
La introducción, por ejemplo, es bastante
sorprendente. A pesar de que el cuarteto está en Do mayor, la introducción es
bastante rara, sin ninguna definición tonal. Prácticamente en cada compás
estamos en una tonalidad: los acordes van cambiando ligeramente, a veces tan
solo en una nota, pero ello hace que nos sintamos un poco desconcertados y
perdidos:
Ejemplo 9101
Además, pocos acordes son perfectos, la
mayoría son disminuidos y poco concluyentes, de manera que no existen muchos
puntos de reposo. A ello ayuda también la dinámica: excepto el primer acorde y
otro que aparece súbitamente en forte el resto es pianisimo, "sempre
pp", como indica Beethoven.
El segundo Cuarteto de los op. 59,
"Rasoumovsky" es bastante diferente del primero. En algunas cosas se
parecen, como en la preferencia por la Forma Sonata en casi todos sus
movimientos, pero la escritura es algo menos clara y cuesta algo más
identificar los temas tan claramente como lo hacíamos en el primer cuarteto.
Está escrito en Mi menor, pero hasta esta
característica no es tan clara, como veremos en el último movimiento, cuyo
estribillo está en Do mayor durante mucho tiempo.
Dos acordes en forte, como marcando claramente
la tonalidad (un acorde de tónica, y el segundo de dominante), seguidos de un
compás de silencio.
A continuación, en pianísimo aparece un
escueto tema que comienza y parece que vuelve precipitadamente al sitio del
comienzo, con un rápido diseño de semicorcheas. Oto compás de silencio y la
cosa se repite exactamente, pero un poco más agudo. La sorpresa es que, en
lugar de repetirse un tono más agudo, lo que nos dejaría en la misma tonalidad,
pero con el acorde de dominante, más lógico, Beethoven lo sube medio tono, un
proceso algo chocante. Otro compás de silencio y, por fin, parece que nos vamos
acercando a la tonalidad de nuevo, y no es hasta el minuto 0:20 del ejemplo anterior
cuando ya nos da la sensación de que la cosa está en su sitio. Pero la cosa
dura poco y de nuevo aparecen los acordes en forte y el compás de silencio.
Hace mucho tiempo que comencé este proyecto de
hacer unas guías de audición sobre los Cuartetos de Beethoven. Y más tarde me
di cuenta de mi osadía y de lo desproporcionado de mis intenciones, por una
parte por mis limitados conocimientos de armonía, análisis, etc., y por otra
porque, conscientemente, intenté no copiar de otras fuentes, que hubiera sido
lo más fácil. Y tal vez lo más acertado. Porque soy consciente de que en los 6
trabajos del op.18 se me colaría más de una inexactitud y diría alguna que otra
burrada. De todas formas, sigo pensando que es preferible meter la pata más de
una vez, antes que simplemente hacer copy&paste y quedar como lo que no
soy. Porque he de decirlo para no dar lugar a equívocos, no soy experto en
estas cosas. Soy músico, pero mi campo de actuación es la interpretación, no el
análisis o la docencia.
En aquel momento me pareció interesante
comentar algunas cosas de estas obras, intentando llamar la atención sobre el
trabajo temático de Beethoven, dar algunas ideas al lector-oyente para que
escuchara estas obras con otros oídos, y si he conseguido esto en alguien, me
considero muy satisfecho.
Bueno, en un principio llegué trabajosamente
al final de los seis cuartetos del op. 18, los que constituyen lo que se ha
lamado la "primera época". Más tarde di un salto en el tiempo y me
ocupé, nada menos, que de la Gran Fuga y del Cuarteto op. 131. Y siempre he
tenido un cierto remordimiento por no haber conseguido completar el ciclo que
tan alegremente e inconscientemente comencé. De manera que voy a seguir con
ello, ya veremos si hago unos cuantos más y tengo que dejarlo de nuevo.
Los cuartetos de Beethoven constituyen un
conjunto de obras de una entidad importantísima. No tan solo porque son uno de
los conjuntos más importantes en la literatura del cuarteto de cuerda, sino
porque los tres diferentes grupos en los que a menudo se les divide (tempranos,
medios y de madurez), son de enorme importancia en toda la obra del compositor.
Así, existe un cambio importante entre los 6 cuartetos del op. 18 y los 3
siguientes del op.59. Son obras de una mayor complejidad, más extensas y que se
apartan del clasicismo de los primeros.
Los tres cuartetos del op. 59 están dedicados
al Conde Rasoumovsky, embajador ruso en Francia, y de hecho utilizan unos
cuantos temas populares rusos, como ya veremos. Son obras mucho más
"sinfónicas", por así decirlo. Hay momentos en los que la imaginación
nos sugeriría una orquestación más amplia, como si a Beethoven se le empezara a
quedar pequeña la forma del cuarteto. Una chorrada lo que acabo de escribir,
porque se trata de obras absolutamente idiomáticas para cuarteto de cuerda,
pero ya me entendéis.
El primer cuarteto del op. 59, que es el 7º
cuarteto de Beethoven, está escrito en Fa M y consta de cuatro movimientos,
aunque el 3º y 4º se tocan sin interrupción ni pausa entre ellos.
Aquí podéis
descargar la partitura, por si os interesa seguirla durante la escucha.
1º movimiento, Allegro
Con un acompañamiento en simples notas
repetidas a cargo de viola y 2º violín, el violonchelo comienza con el 1º tema.
Está dividido como en cuatro períodos de cuatro compases cada uno, todos ellos
con la misma rítmica. El 1º violín descansa al principio, y el violonchelo hace
sus cuatro primeros compases y se contesta a sí mismo. El primer violín aparece
y repite exactamente los últimos cuatro compases del violonchelo, y a
continuación culmina con cuatro compases más. Si nos fijamos, como dije más
ariba, la rítmica de cada una de estas cuatro secciones es idéntica. A pesar de
que cambian las notas, el ritmo sería algo así como: Ta-ta-ta-ta-Taaaaa,
tatatatatata ta-ta-Taaaaaaaaa. Me váis a perdonar esta forma de expresame, pero
intento llegar a cualquier persona, aunque no sepa nada de música. Escuchemos
este primer tema con sus cuatro secciones: dos por el violonchelo y dos por el
1º violín. El resto de instrumentos se dedican a un incesante acompañamiento en
corcheas repetidas: