El arte del cuarteto de cuerda. El Cuarteto Guarnieri en conversación con David Blum
Definitivamente, éste es un libro para
músicos. Es más, para músicos de cuerda o, en todo caso, muy interesados en el
tema del cuarteto de cuerda. Por una parte, porque tiene una gran cantidad de
ejemplos musicales donde los integrantes del cuarteto explican meticulosamente
por qué hacen ese arco, o qué digitación utilizan, o un sinfín de cuestiones
realmente técnicas que para mucha gente serán incomprensibles.
David Blum es director de orquesta y
también escritor especializado en temas musicales. El libro adopta la forma de
una larga serie de conversaciones con los miembros del Cuarteto Guarnieri:
Arnold Steinhardt, John Dalley, Michael Tree y David Soyer. Las conversaciones
son en su mayoría conjuntas, excepto un apartado en el que habla por separado
con cada uno de los músicos.
Es un libro apasionante, en mi opinión:
aunque hacía tiempo que lo leí, lo he vuelto a leer y de nuevo me ha
enganchado. Las preguntas son de lo más oportuno e interesante, y las
respuestas de los músicos nos desvelan a unos
artistas de altísimo nivel. Me he encontrado casi como participando en
los diálogos, compartiendo opiniones y, en la inmensa mayoría de las veces,
estando de acuerdo con las ideas de los músicos en muchos aspectos.
Mi parte preferida es la final, donde en
un extenso capítulo los músicos comentan el Cuarteto op. 131 de Beethoven,
explicando con gran detenimiento cómo hace cada una cada frase, los arcos que
emplea, las digitaciones, las soluciones para sus múltiples problemas de
ajuste, etc. Realmente es como una masterclass de lo más interesante.
Desgraciadamente, como no iba a ser todo
perfecto, he encontrado que la edición que tengo, de la barcelonesa Idea Books,
tiene una traducción con algunos errores. Errores simples pero que es una
lástima: deberían haber consultado algún violinista o músico de cuerda, porque
a pesar de que el texto está bien traducido, revela algunos fallos que me
chirrían. No quiero ahora presumir de que leo con fluidez en inglés y francés,
y que prefiero los libros en su idioma original, pero me he visto obligado al
perverso ejercicio de, cuando detectaba una incongruencia, traducirlo al inglés
y volverlo a traducir al español para encontrarle sentido. Ejemplos: muchos.
Por ejemplo, hablando de las "notas agudas" de un pasaje (que además
incluye la partitura), he supuesto al final de que se trataba de las notas con
sostenidos ("sharp notes"). O un pasaje del segundo violín que está
en la cuerda de La y en un momento pasa a la cuerda de Do. El violín no tiene
cuerda de Do, por lo que he supuesto que se trata de la D String, o sea, la
tercera cuerda, la cuerda de Re. Fallo garrafal. Colofonia es una palabra que
no se usa, se suele utilizar Resina. O en otro pasaje, cuando habla de que no
suelen utilizar las mismas "técnicas de arco". Supongo que se refiere
a arcadas, o simplemente arcos ("Bowings", en inglés). Puntillos en las
notas, cuando se refiere a puntos. Practicar, en lugar de estudiar... De verdad
¿tan difícil es, cuando se traduce, pasar un texto a revisión a una persona
experta en el tema?
En todo caso, y pese a todo lo anterior,
que igual es que soy muy tiquismiquis, la verdad, es un libro absolutamente
recomendable. Eso sí, para gente que sepa del tema y que sea apasionada del
cuarteto de cuerda y su repertorio.
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